Si estás leyendo este artículo, estamos seguros de tu pasión por leer y las ganas que tienes de aprender ejercicios para mejorar tu lectura que te ayuden a agilizar tus tiempos de lectura, enfocar tu atención, perfeccionar la comprensión y aprovechar tu amor por los libros mientras mejoras tus habilidades en el estudio o simplemente, devoras la biblioteca.
¡En Plaza y Janés nos encanta que leas!
Por eso tenemos para ti 5 ejercicios para leer más rápido que debes conocer para disfrutar mejor y más rápido todas tus aventuras literarias.
Vamos a ello.
La práctica hace al maestro
Aunque parezca difícil, crear un hábito positivo solo tomará según la ciencia, 66 días. Y si tu meta es tener una lectura más rápida y precisa, debes leer todos los días.
Esto no solo aumentará tu velocidad lectora sino que te ayudará a obtener muchos conocimientos útiles para la vida y tu bagaje cultural.
¡Pero no es necesario que leas todos los días un clásico de la literatura universal ni un compendio científico!
Bastará con la nueva publicación de tu blog favorito, un par de artículos del periódico o unas cuantas líneas de cualquier tema que te encante para crear un gran hábito y aprovechar este ejercicio de lectura.
Las grandes obras literarias que encontrarás en Plaza y Janés merecen de tu tiempo de descanso y placer por la lectura.
Skimming y Scanning
Un par de palabras extrañas. Y no es uno; son dos de los mejores ejercicios para leer más rápido y comprender lo que lees comprobados por varios expertos en técnicas de aprendizaje que se practican juntos, como uno solo.
Skimming significa en una de sus acepciones en inglés: “rozando”. Como ejercicio de lectura, se trata de rozar un texto o hacer una “barrida” rápida sobre un texto. Te permite enfocarte solamente en extraer ideas principales, hipótesis, problemas y conclusiones. Lees solo algunos párrafos para enterarte de qué se trata un texto.
El Scanning, que podría traducirse como “escanear”, se trata de buscar y rastrear información; profundizar solo en la información necesaria.
Con la primera técnica, identificas claves del texto; con la segunda, toda la información relevante para entender las ideas de forma completa que necesitas.
Juntos, éstos ejercicios mejoran tu capacidad visual y cognitiva de encontrar palabras claves, argumentos e ideas necesarias para comprender rápidamente lo que lees.
El mejor ejemplo que podemos darte es cuando lees un artículo sobre ejercicios para mejorar la lectura para repasar antes de un exámen:
Con Skimming, te enfocas en la introducción y la conclusión que te dicen qué estás leyendo sobre ejercicios de lectura y sus beneficios a largo plazo. Con Scanning, identificas cómo hacer los ejercicios.
Ocultar medio texto
¿Cómo puede servir ocultar parte del texto para practicar la lectura?
Bueno, sí que sirve, porque le permite a tu cerebro completar imágenes, ideas y argumentos de forma automática, agilizando tu capacidad lectora.
Es un ejercicio de lectura muy simple:
Tomas una regla (por cierto, leer con regla es el ejercicio primario para leer más rápido pero es muy básico para un lector consumado) y bloqueas de tu vista la mitad de las frases de forma horizontal en cada renglón, no importa si es la parte superior o la inferior.
Este ejercicio ayuda a tu cerebro a comprender más rápido lo que observa y a aumentar la capacidad de procesamiento de dicha información vista. Esta acción se llama integración visual.
En Plaza y Janés sabemos que este ejercicio puede duplicar tu velocidad en apenas un par de semanas con un extra: también duplica tu comprensión de lectura.
Amplía la visión periférica
Parece cosa de espías, pero se puede mejorar y aumentar la visión periférica leyendo. ¡Y sí que es un gran ejercicio de lectura que debes conocer!
La visión periférica en principio, es la que te permite notar y entender todo lo que tus ojos perciben aunque no tengas tu visión enfocada en todos los objetos.
Si estás observando el paisaje pero te enfocas, por ejemplo, en un árbol, todo lo demás que hay en tu campo visual, es captado por tu visión periférica, especialmente los más lejanos a tu punto de atención.
Ya sabes: además del árbol está el cielo, las montañas al fondo, quizás una laguna, tu perro jugando…
Pues bien, para liberar ese superpoder, solo necesitas encerrar un texto en formas angulares, o simplemente crear en tu computadora frases que formen uno.
Simplemente trata de mantener tu vista enfocada en la palabra central pero esfuérzate por entender las que están a su alrededor.
En cuestión de días, tus ojos y tu mente podrán abarcar más información en cada página, acelerando por su puesto, tu comprensión de lectura.
No repitas cada palabra que lees en tu mente
Aunque parezca inocente, esta acción muchas veces inconsciente, ralentiza la capacidad cerebral cerca de un 30%.
Tener un narrador interno solo confunde al cerebro porque estás obteniendo dos veces la misma información al mismo tiempo.
Calla tu voz interior mientras lees si solo te habla para replicar las líneas del texto.
Si lo logras, podrás incluso no volver nunca a una página o un párrafo anterior, pues al terminar un capítulo, o todo un libro, tu cerebro llenará los huecos por contexto y te dará la información que creías perdida.
Pero no vamos a decirte que no repitas un buen libro… muchos merecen ser leídos más de una vez.
Bueno, esperamos estos ejercicios para mejorar la lectura te sean de gran utilidad y puedas disfrutar de todos los próximos libros que te encantan y que siempre encontrarás en Plaza y Janés y las librerías que recomendamos.
¡Hasta la próxima lector!